¿Cómo lograr que se pose el vencejo?

¿Cómo lograr que se pose el vencejo?
Los vencejos son pequeños volátiles a los que resulta muy difícil sentar en una silla.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Balthus y las competencias básicas

Lo que se intenta con la introducción del concepto de competencia básica en el aula se me ocurre que puede sintetizarse en la palabra naturalidad.

Miro un cuadro de Balthus titulado La montaña.Representa a unos personajes que descansan y pasean por  cumbres verdes bajo el cielo azul pálido de lo que podría ser el final de una tarde  En primer plano una mujer está tumbada sobre la hierba con los ojos cerrados y un hombre, rodilla en tierra, fuma en pipa y pierde la mirada más allá del espectador. Entre los dos se estira una joven rubia, también con la mirada perdida, pero esta más bien hacia dentro de sí misma. Hay otros personajes: uno que a lo lejos se dirige con las manos en los bolsillos a la cima de un alto y otros que admiran el paisaje o lo comentan. El cuadro me gusta mucho, sobre todo por lo que sugieren esas miradas que huyen en todas direcciones, pero siempre fuera del alcance del espectador, como esquivándolo adrede. Me gusta mucho, pero no por su naturalidad. Los personajes posan como en un sueño de otro. De la misma manera que hemos querido que nuestros alumnos posaran en un sueño de pupitres ordenados, oídos atentos y lápices ágiles. Aprenderían de esa manera lo que la escuela misma rezumaba, hacía crecer y daba por concluido, casi nada que tuviera que ver con lo que sucedía fuera del marco, al otro lado de las ventanas por las que se escapan tan a menudo esos ojos.

sábado, 28 de mayo de 2011

Carrera perdida

Ahora que las evaluaciones finales para 2º de  Bachillerato han terminado y "triste y sola se queda Fonseca" me pregunto por la responsabilidad del  profesor en el destino del alumno en suspensión,  suspendido con una sola asignatura; del alumno que no ha logrado  los objetivos del curso en únicamente una de las materias y debe esperar, por esa una,  a septiembre para examinarse de la selectividad, o para acceder al ciclo formativo que le ilusionaba. Esa obligada espera, según parece, hará que se trunquen muchas de esas ilusiones y proyectos, pues para cuando se puede, cuando ya por fin está dado el visto bueno (se le ha descolgado al alumno de su suspensión)  no queda plaza alguna en lo que se quería: se ha perdido la carrera. Al profesor suspendedor se le atribuye por eso gran responsabilidad en el destino del alumno decepcionado, pues parece que por su culpa, por haberle dejado suspendido solo con una, perderá la carrera, llegará el último, la perderá...


jueves, 24 de marzo de 2011

Arte combinatoria

Ayer improvisé  una actividad sobre gramática y comprensión lectora para 3º ESO con la que que quedé bastante satisfecho. Proponía al alumnado que utilizara solo cada uno de los sintagmas siguientes, sin alterarlos, para componer un texto coherente. Les indicaba además la función sintáctica que debía cumplir cada uno de esos grupos en el texto:

CCL
a mi puerta
a mi sofá
CCT
una noche
CD
la lluvia
mi lugar
Modificador
solo
Compl. Predicativo
desconcertado
CN
de truenos
sentada
Sujeto
una sombra
Predicado
vi
tocaron
regresé
ocupaba
abrí. 


Cuando hubieran resuelto el puzzle debían continuar la historia. Aquí dejo la propuesta. ¿Alguien quiere jugar?


miércoles, 9 de marzo de 2011

¿La naturaleza imita al arte?

Descubrió la leona a su víctima. Era una cría extraviada de gacela de Thompson. Los animales no conocen las películas de Walt Disney. Ustedes sí.

(Texto para el examen de gramática de 3º de la ESO de esta tarde: extraer enunciados y analizarlos. Todos conocemos a Walt Disney. Pocos conocen este blog).

martes, 15 de febrero de 2011

Sobre aburrirse y aburrir

Se aburría. Le aburría. No es lo mismo. En el primer caso parece que no hay responsable objetivo, agente del aburrimiento.Conocemos (yo lo conozco) al que lo padecía, que es, por cierto, el mismo sujeto aburrido que en el otro caso. En el otro caso, ese sujeto aburrido seguía padeciendo, pero ahora como indirecto objeto (parecería  más lógico, más natural, que el que sufra lo haga directamente). Por otra parte. si quien se aburre no quiere pasar por alto al responsable -a lo responsable- de ello, puede echar mano de un con suplementario, y así se obligará enseguida a decir la verdad, se verá obligado. Yo ahora, que he conocido a objetos, sujetos y causas del aburrimiento, reconoceré que a menudo las clases de lengua, por muy enjundiosas y rollizas que salgan, aburren, sin querer, o mejor, se aburren con ellas y en ellas los sujetos ahí sujetos. Pero después de todo, qué importancia puede tener aburrirse o aburrir, si hasta no hace tanto la letra cuajaba en sangre...

martes, 1 de febrero de 2011

Sintaxis

La sintaxis entretiene. Como además entre los estudiantes ha alcanzado -tendríamos que ver por qué- el prestigio de la dificultad, las clases en las que se analizan y reanalizan -con cajas, árboles o rayas- sintagmas y oraciones resultan casi siempre intensas. En ello colabora  la terminología. Los tecnicismos sintácticos, tan sonantes como los de las ciencias puras,  buscan, sin embargo, precisar fenómenos en realidad resbaladizos, basados en acuerdos sobre el significado, y los alumnos no siempre quieren llegar a acuerdos con el profesor (lo da la edad  y el estatus). Hoy en una clase de 2º de Bachillerato hemos pasado bastante rato tratando de consensuar el sentido (y la función, en consecuencia) del sintagma en las ventanas del barrio marinero dentro de la oración  La luz en las ventanas del barrio marinero alumbra los días de tormenta. También, es verdad,  hemos pasado otro tanto intentando recordar -y haciendo recordar- el nombre que  se le asigna a lo ya no resbaladizo, sino claro y acordado. Pero la causa de esos olvidos no es lo ambiguo del objeto, sino el sujeto, el olvidadizo sujeto mismo. Otro tema.

martes, 25 de enero de 2011

Ortografía

¿Hay que enseñar ortografía? ¿Cómo se enseña? ¿Cómo se aprende? Me acuerdo otra vez de D. Sabino. Por los años 70 nos dictaba del Miranda Podadera (Ortografía práctica) unos textos enrevesados, artificiales, en los que se iban trabajando, a machamartillo, las grafías dudosas. El manual lo tuvimos que comprar todos los chicos, y yo lo conservo aún, así que hace una semana, preparando una clase sobre la ortografía de la b para mi grupo de PCPI se me ocurrió consultarlo. Busqué, sobre la b/v, uno de esos dictados . Mi idea era quizás aprovecharlo como texto para que mis estudiantes del PCPI, observando el uso de esas letras,  indujeran las reglas que lo rigen. Escogí uno cualquiera y lo leí, al principio, con cierta emoción  (oía también la voz del viejo maestro). Luego, en una segunda y otra tercera lecturas, llegué casi a encanarme de la risa. Me imaginaba a Miranda Podadera tratando de incluir en su escrito el mayor número posible de palabras con b/v, a la vez que trataba de mantenerle el sentido. Copio el texto:

 "En el segundo siglo de la dominación árabe gobernaba en Toledo un mancebo valetudinario, Yusuf-Ben-Amrú. La cólera del pueblo era furibunda, porque el desvergonzado y gamberro púber, en vertiginoso torbellino de vicio, solo atendía al más relajado libertinaje, atropellando en desbocadas orgías y desaprensivos excesos a jóvenes núbiles que burlonamente abandonaba después. En su obtuso cerebro, turbado por la lascivia, ni cabían más que cobardes pensamientos, ni bullían más que bastardas venganzas."

En otros de estos temas de frases de la B y la V, como los llamaba Miranda Podadera, se continuaba, hasta no poderse más, con la historia del gamberro musulmán. Luego venían otras historias, coherentes quizás, pero por poco. Y vuelvo entonces a lo de la enseñanza de la ortografía. Estos ejercicios eran muestra de cómo la enseñanza de la ortografía se desvinculaba del uso natural de la lengua. Pero no parece fácil hacerlo de otro modo, aunque puede que más disimulado. Y ahora, para que se compare, voy a copiar el texto que, para la actividad con mis estudiantes del PCPI, se me ocurrió a mí. Tampoco es muy natural, pero me lo pasé bien escribiéndolo, y algunos de mis alumnos al leerlo también. ¿Se reiría Miranda Podadera cuando escribía los suyos? ¿Y Don Sabino para sus adentros?

JUSTA PROTESTA
Era la prueba de que teníamos razón: todos, absolutamente todos los albañiles fuimos a las protestas. Y ocurrió que bajábamos alborotando por la calle Mayor de Albacete, cuando un grupo de patronos, que habrían prohibido las manifestaciones si hubieran podido, nos abuchearon y nos lanzaron albaricoques de las huertas vecinas. Yo entonces era un chico con mucha sensibilidad y no concebía tanta burla, así que, sin contener la ira que iba subiéndome por la garganta, les grité una sarta de frases sin sentido: "¡Cabéis en una burbuja!; ¡habéis sorbido sopas!; ¡no sabéis beber abuelos!" Comprobé entonces que los patronos quedaban desconcertados y seguí así un rato más, hasta que me cansé.



martes, 18 de enero de 2011

Sobre la caligrafía (II)


La caligrafía se estropea con el tiempo, y el abuso. Rafael Sánchez Ferlosio tiene publicado un ensayo en la desaparecida revista Archipiélago (nº 31. Invierno de 1997) con el título de La forja de un plumífero. Sobre la caligrafía dice que "salva del Alzheimer" y que puso el empeño de recobrarla cumplidos los 50. Para cuando escribió ese ensayo, ya lo había hecho y se sentía orgulloso de ella, pues la tenía "como en sus mejores tiempos". Pero a mí me interesa destacar que a la caligrafía la perjudica el paso de los años, de forma que recuperarla debe de ser como empezar de nuevo. Para escribir con letra hermosa es necesaria la ingenuidad del aprendiz.

domingo, 16 de enero de 2011

Sobre la caligrafía

Se asegura que la enseñanza es comunicación (casi todo lo es, en realidad), de modo que no habrá otro fracaso tan grande para el  que enseña que el de no ser comprendido, entendido, atendido o ser malinterpretado en el aula. Así que cuando tan frecuentemente los estudiantes se me quejan de no entenderme  la letra, la de los ejercicios corregidos y la de lo que escribo en la pizarra (la de la digital también), me siento algo fracasado.Últimamente he aprendido -tan tarde- que la mejor manera de que eso no ocurra es escribir letras desunidas, sin el lazo con el que de pequeños nos enseñan a engarzarlas (ahora me acuerdo de mi gran maestro Don Sabino) y que vamos con el tiempo tensando o relajando según carácter y estado de ánimo. Además he de procurar cerrar completamente el trazo de cada signo, evitar esas "as" que parecen "us" u "os". Tengo que  prestar atención en desplegar como se debe  palabras o letras malformadas o invisibles (puntos, rayas o gurruños). Es un ejercicio muy útil, el de fijarse en ser entendido: requiere pausa y conciencia.Y precisión.